sábado, 2 de junio de 2012

Divina tentación

Te acercas a pocos centímetros de mi cuerpo y ya no puedo contenerme. Siento mi vida desvanecerse al compás de los latidos de tu corazón. Sé que está mal lo que hacemos, pero por alguna extraña razón no me importa. Te beso, me besas... Y algo más. Siempre es más, más de lo que tengo, más de lo que puedo darte. Lo terreno se nos queda corto, arañamos el cielo con las manos. Pero tan rápido como llega, el fuego se acaba, sumiéndome otra vez en lo equivocada de mi realidad. Me siento culpable y lloro. Intento olvidar y no puedo.

Los días pasan y vuelvo a caer. Me olvido del infierno que me espera al regresar, me basta con tratar de alcanzar una vez más el paraíso. No tengo miedo de cruzar la barrera de lo prohibido, es sólo que olvido cómo me sentiré al regresar. No me aterra el salto... sólo la caída.

8 comentarios:

  1. Hay momentos en la vida en que da igual lo que venga después si podemos alcanzar un trocito de paraíso durante unos minutos.
    Te echaba de menos por aquí, menos mal que descubrí el nuevo blog (:

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  2. Basta darse una vueltecita por tus blogs para darse cuenta de que, afortunadamente, no eres "la típica chica convencional". ¡Enhorabuena! Sigue así, siempre.
    Aprovecho para agradecerte tus cálidas palabras. Un beso desde Madrid.

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  3. Dime: ¿por qué está mal lo que hacemos...? Infierno y paraiso solo están en nuestra cabeza...Abrazos.

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  4. Me siento exactamente así con una persona con la que acabo de conseguir... algo.
    Yo me siento culpable por eso que llaman moralidad. Como dijo Nietzsche, hay que librarse de ella.
    En cuanto a alcanzar el paraíso por poco tiempo y después caer... Al menos que no se diga que no has vivido.
    Me ha gustado leerte. Mucho.
    Un beso enorme.

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  5. Aquí me has matado.
    Aquí lo has dicho.


    Un beso de los grandes,
    Anna.

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  6. Me temo que esta clase de relaciones a la larga no compensan. Un beso.

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  7. Caer es malo cuando no se sobrevive... simple.

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